El día 16 de febrero del 2007 en el edificio del Archivo del Ministerio de Economía en la calle 7 e/ 45 y 46, Sandra Ayala Gamboa fue violada y asesinada. Lo que le pasò a Sandra nos puede pasar a todas las mujeres seamos blancas, negras, pobres, ricas, indígenas, peruanas, argentinas. Las violaciones, que son en algunos casos seguidas de muerte, expresan la violencia sistemática ejercida sobre el cuerpo de las mujeres.Estos crímenes muestran un pacto entre varones que trasciende a los autores directos. En el caso de Sandra el que la violó y la mató y un compañero de pensión de ella que la entregó. La complicidad y el silencio se extienden a la policía que no recibió la denuncia hecha por los familiares, al ministerio de economía que prestó el lugar para el crimen, a la justicia que una vez más niega la violencia contra las mujeres y al gobierno que no hace más que reafirmar el estado actual de invisibilización de nuestros problemas, negándonos, entre muchas otras cosas, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.Los medios de comunicación insisten en llamar a los asesinatos de mujeres “crímenes pasionales”, la justicia y la policía crean el mito del “asesino serial”. Nosotras llamamos a estos crímenes feminicidios, con esto queremos decir que la violencia contra las mujeres es un problema estructural, no un problema privado, ni de casos aislados. Esta situación de violencia es promovida y reproducida por el Estado machista y patriarcal y sus instituciones que no buscan a los culpables, responsabilizando a las víctimas como si las polleras cortas, salir a bailar, buscar trabajo, caminar sola por la calle, justificaran las violaciones y los asesinatos de mujeres.
- Basta de feminicidios.
- Basta de violaciones.
- No a la culpabilización de las víctimas.
- Memoria y justicia para Sandra Ayala Gamboa.
- Cárcel a los violadores y asesinos de mujeres.